Europa Press (Invertia)
Dice que las causas del conflicto están en los "privilegios" concedidos en el pasado por la Administración a los controladores
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha pedido un "esfuerzo supremo" al Gobierno y a las organizaciones representativas de los controladores aéreos para que alcancen un acuerdo que evite llegar a una huelga en el sector en pleno mes de agosto.
En declaraciones a Europa Press, el líder de UGT señaló que las medidas puestas en marcha desde el pasado mes de febrero por el ministro de Fomento, José Blanco, no han resuelto el conflicto y añadió que "lo que es necesario en este momento es que tanto controladores como Fomento y AENA pongan toda la carne en el asador y resuelvan este problema de una vez por todas".
"Lo que se debería hacer es un esfuerzo supremo por parte de la Administración y los controladores para que antes de que se inicie la huelga se pueda llegar a un acuerdo", insistió.
Dicho esto, Méndez apuntó que "los controladores están legítimamente respaldados por la Constitución para convocar una huelga" y aseguró que el conflicto se podía haber evitado si en el pasado se les hubiera incluido en el convenio de AENA, junto al resto de los trabajadores, en lugar de haberles concedido el privilegio de contar con un convenio propio.
Según Méndez, se trata pues de una situación "bastante anómala" sobre la que "han tenido responsabilidades en el pasado las administraciones públicas, que han facilitado esta situación". "De aceptar una situación de privilegio en el pasado de los controladores garantizándoles un convenio al margen del resto de los trabajadores viene gran parte de estos problemas. De aquellos polvos vienen estos lodos", manifestó.
- Los posibles contagios del conflicto.
En cuanto a las consecuencias que podrían derivarse del conflicto abierto con los controladores, Méndez mostró, en primer lugar, su "preocupación" por que aprovechando la coyuntura "se abra la puerta a la privatización" del sector aéreo, algo que, insistió, "no sería una buena noticia", más aún en un momento en el que, según dijo, "la crisis ha demostrado sobradamente cómo los profesionales de la iniciativa privada no son una garantía en sí misma".
De la misma forma, Méndez advirtió de que "el Gobierno no debería aprovechar esta situación, que es una situación concreta, para intentar hacer un cambio en los sistemas de gestión y control de las bajas laborales, de manera que paguen justos por pecadores". "Sería muy negativo y esperamos que el Gobierno no lo lleve a efecto", añadió.
- Lucha contra el absentismo.
"No sé si por el influjo de los controladores, pero se han incorporado en la reforma laboral una serie de elementos para, se dice, combatir el absentismo que nos preocupan", prosiguió diciendo el líder de UGT.
"Por un lado, probablemente lo que se pretenda no sea tanto establecer un mayor control del absentismo, sino recortar el gasto", indicó antes de añadir que además, "de una manera preocupante", la reforma laboral otorga a las mutuas un incentivo que "no le debería corresponder".
Según explicó, en la medida en que las mutuas puedan rebajar el absentismo en las empresas que estén asociadas se les reducirán las cotizaciones sociales. "No nos parece que esa sea una manera de combatir el absentismo", señaló al respecto para explicar a renglón seguido que "es como si a un agente de la autoridad se le da, en lugar de la indicación de que prevenga los accidentes, un incentivo en función del número de multas".
- Debatir sobre la Ley de Huelga.
Por último, Méndez se refirió también a la posibilidad desarrollar una nueva Ley de Huelga que regule paros encubiertos y servicios mínimos, después de que en pleno conflicto con los controladores el PP introdujese entre sus 71 enmiendas al proyecto de ley de reforma laboral una propuesta para que no puedan adoptarse medidas de huelga o conflicto colectivo que tengan por objeto alterar durante su vigencia lo pactado en un convenio colectivo, aunque se negocie su revisión.
En este sentido, el secretario general de UGT consideró que, "en frío", se podría volver a recuperar la discusión sobre qué son servicios esenciales, qué alternativas hay a los servicios esenciales y los temas relativos a la cobertura de servicios mínimos.
Ahora bien, consideró que "ese debate debería ir en sentido muy distinto del que se plantea desde algunos ámbitos". "Debería ir a conciliar el derecho de huelga con la garantía de servicios esenciales y ser un vehículo para evitar los abusos permanentes que las administraciones públicas imponen en relación con el ejercicio del derecho de huelga".
"Con mucha frecuencia se pretende utilizar la imposición de los servicios mínimos para impedir el ejercicio del derecho huelga", sentenció.
Dice que las causas del conflicto están en los "privilegios" concedidos en el pasado por la Administración a los controladores
El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha pedido un "esfuerzo supremo" al Gobierno y a las organizaciones representativas de los controladores aéreos para que alcancen un acuerdo que evite llegar a una huelga en el sector en pleno mes de agosto.
En declaraciones a Europa Press, el líder de UGT señaló que las medidas puestas en marcha desde el pasado mes de febrero por el ministro de Fomento, José Blanco, no han resuelto el conflicto y añadió que "lo que es necesario en este momento es que tanto controladores como Fomento y AENA pongan toda la carne en el asador y resuelvan este problema de una vez por todas".
"Lo que se debería hacer es un esfuerzo supremo por parte de la Administración y los controladores para que antes de que se inicie la huelga se pueda llegar a un acuerdo", insistió.
Dicho esto, Méndez apuntó que "los controladores están legítimamente respaldados por la Constitución para convocar una huelga" y aseguró que el conflicto se podía haber evitado si en el pasado se les hubiera incluido en el convenio de AENA, junto al resto de los trabajadores, en lugar de haberles concedido el privilegio de contar con un convenio propio.
Según Méndez, se trata pues de una situación "bastante anómala" sobre la que "han tenido responsabilidades en el pasado las administraciones públicas, que han facilitado esta situación". "De aceptar una situación de privilegio en el pasado de los controladores garantizándoles un convenio al margen del resto de los trabajadores viene gran parte de estos problemas. De aquellos polvos vienen estos lodos", manifestó.
- Los posibles contagios del conflicto.
En cuanto a las consecuencias que podrían derivarse del conflicto abierto con los controladores, Méndez mostró, en primer lugar, su "preocupación" por que aprovechando la coyuntura "se abra la puerta a la privatización" del sector aéreo, algo que, insistió, "no sería una buena noticia", más aún en un momento en el que, según dijo, "la crisis ha demostrado sobradamente cómo los profesionales de la iniciativa privada no son una garantía en sí misma".
De la misma forma, Méndez advirtió de que "el Gobierno no debería aprovechar esta situación, que es una situación concreta, para intentar hacer un cambio en los sistemas de gestión y control de las bajas laborales, de manera que paguen justos por pecadores". "Sería muy negativo y esperamos que el Gobierno no lo lleve a efecto", añadió.
- Lucha contra el absentismo.
"No sé si por el influjo de los controladores, pero se han incorporado en la reforma laboral una serie de elementos para, se dice, combatir el absentismo que nos preocupan", prosiguió diciendo el líder de UGT.
"Por un lado, probablemente lo que se pretenda no sea tanto establecer un mayor control del absentismo, sino recortar el gasto", indicó antes de añadir que además, "de una manera preocupante", la reforma laboral otorga a las mutuas un incentivo que "no le debería corresponder".
Según explicó, en la medida en que las mutuas puedan rebajar el absentismo en las empresas que estén asociadas se les reducirán las cotizaciones sociales. "No nos parece que esa sea una manera de combatir el absentismo", señaló al respecto para explicar a renglón seguido que "es como si a un agente de la autoridad se le da, en lugar de la indicación de que prevenga los accidentes, un incentivo en función del número de multas".
- Debatir sobre la Ley de Huelga.
Por último, Méndez se refirió también a la posibilidad desarrollar una nueva Ley de Huelga que regule paros encubiertos y servicios mínimos, después de que en pleno conflicto con los controladores el PP introdujese entre sus 71 enmiendas al proyecto de ley de reforma laboral una propuesta para que no puedan adoptarse medidas de huelga o conflicto colectivo que tengan por objeto alterar durante su vigencia lo pactado en un convenio colectivo, aunque se negocie su revisión.
En este sentido, el secretario general de UGT consideró que, "en frío", se podría volver a recuperar la discusión sobre qué son servicios esenciales, qué alternativas hay a los servicios esenciales y los temas relativos a la cobertura de servicios mínimos.
Ahora bien, consideró que "ese debate debería ir en sentido muy distinto del que se plantea desde algunos ámbitos". "Debería ir a conciliar el derecho de huelga con la garantía de servicios esenciales y ser un vehículo para evitar los abusos permanentes que las administraciones públicas imponen en relación con el ejercicio del derecho de huelga".
"Con mucha frecuencia se pretende utilizar la imposición de los servicios mínimos para impedir el ejercicio del derecho huelga", sentenció.
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